Estamos tan agradecidos por todo el apoyo y notas tan hermosas que hemos recibido. Es difícil apreciar todos los detalles y esfuerzo que se requiere para construir. ¡El proceso es muy exigente, especialmente cuando nunca has construido un hotel! Con La Pileta, tenemos muchos sueños para lograr y solo serán cumplidos al compartirlos.
¡La Pileta es para ti! Los esperamos.
Ruth y Javi
Ojalá pronto puedas visitar La Pileta. No es un hotel típico. ¿Qué tal si te contamos como ha crecido?
La Pileta empezó como una simple terraza que tenía una pileta abandonada. Para complementar la terraza y hacer fiestas acuáticas, aprovechamos convertida a una alberca. Con el tiempo (y después de muchos obstáculos) hemos construido varios alojamientos; que incluyen dos casas, cinco apartamentos, y cuatro habitaciones.
Como vez, se nos hace complicado etiquetar La Pileta. Nuestro objetivo siempre ha sido cultivar comunidad y compartir momentos especiales. Eso sí, si te podemos asegurar que hemos hecho todo con mucho amor.
Nuestra Historia
En Javi y Ruth se puede apreciar una curiosidad y determinación, cualidades que son la esencia del espíritu de emprendimiento que destaca a Zapotlanejo.
Javi y Ruth se conocieron de muy jóvenes. Ruth estudió para ser estilista y puso una estética con su hermana. Mientras Javi estaba al frente de la Empacadora El Rodeó, un negocio familiar empeñado por sus abuelos.
Javi demostró una afinidad para servicio y fue reconocido con el premio América por calidad y servicio dos veces. Y a pesar de muchas dudas, se arriesgó al comprar una motocicleta para proveer servicio a domicilio. Con una caja fijada a la parrilla, La Empacadora el Rodeo fue uno de los primeros negocios con servicios a domicilio. Javi fue guiado por su espíritu de servicio y afinidad social para abrir un bar.
El famoso “Rodeo Rock” se mantuvo de moda por algunos años. La época de 90’s en Zapotlanejo fueron marcadas por la tradicionales “Noches Mexicanas” en Septiembre y Noviembre en el bar.
“La Gran Quiebra” que arruino a muchos negociantes en Zapotlanejo termino con este optimismo, reemplazándolo por deudas y desesperación. Javi tuvo que cerrar la tienda. Por mucho tiempo la estética fue la única fuente ingresos.
Su fe en Dios los mantuvo juntos en momentos muy difíciles. Poco a poco Javi levanto otra tienda de ropa con más opciones y mejor servicio. Concentraron su atención y recursos en esta tienda y llegaron a una nueva época de estabilidad.